Cosas para releer: Vida en la Gran Ciudad (Astro City) por Kurt Busiek, Brent Anderson y Alex Ross

He pensado que con el tiempo transcurrido y, ya que los nuevos tomos van recibiendo reseñas según van saliendo, quizás sea el momento para hacer un repaso a los recopilatorios anteriores.

El lío de las ediciones merece un comentario. Estos números (del 1 al 6 de la edición original) aparecieron en 1997 de la mano de Planeta en 1997, que también realizó una edición en tomo en el 2000. Más recientemente fue reeditado primero por Norma en 2011 (que es la edición que tengo delante ahora mismo) y de nuevo por ECC en 2014, en su colección de Astro City aún en marcha. La confusión, ya que las ediciones de ECC y de Norma no suelen compartir portada, se hace evidente cada vez que un nuevo tomo de Astro City aparece en los estantes  y toca saber si contiene algún número nuevo, si es igual que la edición anterior... ya que mi colección está a medias entre estas dos últimas ediciones (los comic-books los vendí para comprar la de Norma, no pienso repetir la jugada para hacerme con la de ECC) espero que eso no signifique ningún desaguisado en cuanto al contenido.

Este primer tomo es el paradigmático de la colección, con historias independientes centradas en distintos personajes de la ciudad, ofreciendo visiones distintas de algunos temas y arquetipos del comic de superhéroes. Cada uno de los seis números cuentan con un narrador en primera persona, con puntos de vista muy variados: un superhéroe que juega con el concepto de Superman (el Samaritano), un periodista en el periódico más importante de la ciudad, un matón de poca monta que descubre un secreto demasiado importante, una chica del barrio más extraño y misterioso de la ciudad (Colina Sombría) y un alienígena infiltrado en la tierra para reunir información sobre su población superheroica.

Sólo el Samaritano repite como narrador en la primera historia, En sueños que es el relato de un día cotidiano del gran héroe y de sus sueños , y la última, Cena a las ocho en que nos cuenta una cita entre él y Victoria Alada, personaje que toma elementos de Wonder Woman. Es quizás por ello el personaje que aparece más definido, sus poderes, su aspecto, parte de su trasfondo y de su personalidad recuerdan a su modelo, el Hombre de Acero, pero Busiek introduce una diferencia fundamental, el Samaritano ha elegido una vida de sacrificio a todas horas que el de Krypton no. Ha renunciado a una vida personal, casi a su identidad secreta, en una creencia de que su deber es demasiado importante para distraerse, y por ello su sueño, su sueño recurrente, es simplemente tener tiempo para volar, sin preocupaciones, sin una alerta que responder o un villano que detener. El otro número, el de la cita, es quizás menos icónico, menos trascendente pero nos ofrece la historia de su origen y comienza a perfilar el papel de Victoria Alada y la polémica en torno a ella.

La historia del periodista en el segundo número, Noticia bomba, no implica una profundización tan completa en la mente de un personaje, ni una revisión de un modelo, pero si es muy interesante en cuento a la construcción de la falsa continuidad de este universo. La historia se sitúa en la misma ciudad durante los años 50 y ofrece vislumbres de ese pasado. Nos presenta al Agente de Plata, figura que aparecerá repetidamente en la colección como una fuente de vergüenza para la gente de Astro City durante años, aunque su historia no termine desvelándose hasta mucho después. 

La tercera historia, Algo de conocimiento, escoge el punto de vista de un matón de tercera, uno de esos personajes normalmente anónimos que se lanzan contra nuestros héroes siguiendo las órdenes del villano de turno y a los que normalmente no se presta más atención. Además profundiza en el tema de la identidad secreta, demostrando que, en realidad, no hay mucha gente que pueda aprovechar esa información. Es una historia divertida en que Anderson se luce dibujando distintos ambientes y también nos sigue presentando distintas facetas de la ciudad.

A continuación la siguiente historia, Talismanes, se centra en una persona normal, un observador de la ciudad no desde el punto de vista de un héroe, un villano o un criminal, si no de un civil... aunque proceda del extraño barrio de Colina Sombría, donde cosas oscuras se arrastran huyendo del amanecer o tradiciones antiquísimas mantienen a raya a informes amenazas. Una historia de aceptación y madurez cuya moraleja quizás resulte un poco decepcionante.

El narrador de Reconocimiento es, pese a su apariencia también común, quizás el más extraño de todos los personajes de este tomo, un infiltrado reuniendo información sobre el planeta Tierra y sus superhumanos. Infiltrado que decide fijarse en el más peculiar de los muchos héroes que viven en la ciudad, Fanfarrón (o el Figura, depende de la traducción) como paradigma de la humanidad. Esta historia sirve además como semilla para acontecimientos posteriores, sirviendo como contrapunto entre lo aparentemente menor del inicio y la escala del final.

Puntuación: 10/10


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